Según ha explicado Marco a DM, este trabajo comenzó hace unos tres años con una beca del Instituto de Salud Carlos III y que ayudó a crear sinergias entre la Unidad de Rehabilitación Respiratoria y la de Neurología. “Empezaban a aparecer algunos estudios que sugerían que los pacientes con secuelas de ictus podían beneficiarse de un entrenamiento específico de ejercicios respiratorios y disminuir las complicaciones respiratorias que pudieran aparecer. Quisimos comprobar esta hipótesis”, ha dicho Marco. Puesto que ya contaban con experiencia en el entrenamiento respiratorio de pacientes con EPOC, el equipo de Marco trató de trasladar los conocimientos a los pacientes neurológicos con la participación de un grupo multidisciplinar.nEl ensayo randomizado se realizó con un grupo de 110 pacientes que sufrieron un ictus (menos de dos emanas antes del comienzo del trabajo) a los que se les indicó entrenamiento activo o placebo durante su ingreso en rehabilitación. (Diario Médico)