Las mordeduras de serpiente constituyen una crisis sanitaria olvidada y causan la muerte de 100.000 personas cada año. Evitarlo depende, según Médicos Sin Fronteras (MSF), de que la comunidad sanitaria internacional adopte medidas para garantizar la disponibilidad del tratamiento y del antídoto, a propósito de un simposio celebrado en el IX Congreso Europeo en Medicina Tropical y Salud Internacional, en Basilea (Suiza). Las mordeduras de serpiente representan una importante causa de muerte y siguen siendo una de las emergencias de salud pública más desatendidas del mundo. El desarrollo de un enfoque claro sobre el tratamiento y el diagnóstico permitiría salvar miles de vidas. Se estima que, cada año, 5 millones de personas en el mundo sufren una mordedura de serpiente; de ellas, 100.000 fallecen y 400.000 quedan incapacitadas o desfiguradas de forma permanente. Solo en África subsahariana, cada año mueren 30.000 personas a causa del veneno de serpiente y se estima que 8.000 sufren amputaciones. Es probable que el número de víctimas aumente, ya que las existencias de uno de los contravenenos más eficaces para las mordeduras de serpiente en África subsahariana caducan en junio de 2016. (Diario Médico)