Investigadores de la Universidad de Zaragoza y de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) han desarrollado neuroprótesis inteligentes con las que han demostrado que las máquinas pueden utilizar información directamente del cerebro humano para adaptar su comportamiento y aprender tareas nuevas. A nivel sanitario, este invento puede ayudar a facilitar el movimiento de personas con problemas con dificultades para andar y moverse. Como explican desde la Universidad: “Como los brazos robóticos y los exoesqueletos para personas con problemas de movilidad, no sólo ejecutarán órdenes sino que, además, podrán mejorar y aprender nuevas tareas de acuerdo a las necesidades del paciente a lo largo de su vida”. (Con Salud)