El cambio de gobierno en la mayoría de las comunidades autónomas y la vuelta a una tasa de reposición del 100 por 100 ha animado a las consejerías de Sanidad a estudiar la ampliación de sus plantillas. Diferentes regiones han comenzado ya conversaciones con los sindicatos para analizar cuáles son las necesidades en recursos humanos. Algunas como Castilla-La Mancha ya se comprometieron en la campaña electoral a recuperar los empleos perdidos por la crisis económica. Su presidente, Emiliano García-Page, prometió la contratación de 1.000 profesionales sanitarios, un objetivo que quedó plasmado en el pacto con Podemos. El déficit es el principal obstáculo que encontrarán las autonomías. El objetivo que les marcó el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de principios de julio generó malestar en un importante número de comunidades. Regiones como Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha o Valencia advirtieron de que con un déficit del 0,3 por ciento en 2016 habría menos fondos para servicios esenciales como sanidad y educación. (Gaceta Médica)