Crean un dispositivo capaz de contar glóbulos blancos a través de la piel en tiempo real sin necesidad de análisis de sangre

Un grupo internacional de jóvenes bioingenieros, entre los que se encuentra el español Carlos Castro, ha desarrollado un dispositivo portátil capaz de contar glóbulos blancos en tiempo real a través de la piel y, sin necesidad de una muestra de sangre.

‘Leuko’, que así se llama este sensor óptico, y que en 2019 podría estar en el mercado, ofrece una serie de aplicaciones que van desde mejorar el tratamiento de los pacientes a los que la quimioterapia deja sin defensas, a la prevención de sepsis.

Como informa el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), se abre la posibilidad de personalizar la quimioterapia según la respuesta inmunológica de cada paciente. En enfermos de linfoma o leucemia especialmente, las dosis del tratamiento se podrían maximizar para cada individuo sin comprometer su sistema inmunológico, lo que, a juicio de los expertos, podría mejorar la eficacia de la terapia al tiempo que se reduce la probabilidad de graves infecciones.

El dispositivo se coloca sobre el dedo del paciente, de manera similar a los pulsioxímetros que se usan en hospitales para medir los niveles de oxígeno en sangre. Mediante una pequeña lente, el sistema adquiere imágenes de capilares muy superficiales en el lecho ungeal, bajo la uña.

Al iluminar a determinadas frecuencias, la luz es absorbida por la hemogoblina en los glóbulos rojos, un efecto que no sucede en los glóbulos blancos. Esto hace que los leucocitos aparezcan como pequeñas partículas transparentes moviéndose dentro del capilar.

La tecnología utilizada incluye un sistema óptico portátil que proporciona iluminación oblicua con LED y es capaz de tomar imágenes de capilares superficiales bajo la piel a un nivel de resolución celular. Los vídeos adquiridos son después automáticamente analizados por algoritmos que, protegidos ya mediante una patente, son capaces de detectar los glóbulos blancos y calcular su concentración.

Después, los algoritmos de procesado de imagen reconocen dichos eventos y los cuentan proporcionando una estimación de su nivel en la sangre.

Están en desarrollo tres prototipos distintos
‘Leuko’, si por ejemplo detecta que los glóbulos blancos de un paciente de quimioterapia están demasiado bajos, permitiría prescribir inmediatamente medicamentos que estimularan su producción evitando una posible infección. O si también se observa que la persona se ha recuperado antes de tiempo, se le podría aplicar anticipadamente una nueva dosis en su tratamiento para mejorar su eficacia y reducir el tiempo de recuperación.

Actualmente, el equipo integrado por Castro, Ian Butterworth, Álvaro Sánchez, Aurélien Bourquard y Luis Soenksen, está llevando a cabo la prueba de concepto técnica y han establecido colaboraciones para probar los primeros prototipos clínicamente. Entre las instituciones con las que están trabajando figuran la Universidad de Boston, el Massachusetts General Hospital, el Hospital de Fuenlabrada (Madrid), la Universidad Politécnica de Madrid y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Están en desarrollo tres prototipos distintos. El primero de ellos es un microscopio portátil que se coloca manualmente sobre el dedo del paciente para tomar vídeos de su microcirculación en capilares muy superficiales. Este dispositivo ya se ha probado con 31 pacientes en el Hospital de Fuenlabrada y con seis más en el Massachusetts General Hospital en Estados Unidos.

Una segunda versión del prototipo incluye modificaciones en el microscopio para mejorar la estabilidad y calidad de las imágenes. Y en el tercero, una pequeña pieza óptica puede colocarse en la cámara de un teléfono móvil para obtener imágenes de la circulación en los capilares.

La iniciativa ha logrado financiación de Madrid-MIT M+Visión, un consorcio que busca impulsar la colaboración entre centros de investigación y hospitales de la Comunidad de Madrid con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y otros centros del área de Boston (Estados Unidos). También ha contado con aportaciones de dos instituciones estadounidenses: Center of Future Technologies in Cancer Care y Coulter Foundation. La cifra total conseguida para sacar adelante la idea ha sido de 400.000 euros.

Según los cálculos de los investigadores, a principios de 2017 ya podrán tener listo un primer producto en fase beta disponible para personas que quieran probarlo a través de plataformas de ‘crowdfunding’ como ‘Indiegogo’. “Después, con la financiación adecuada, podríamos desarrollar un producto final que cumpla las regulaciones europeas a principios de 2019. Esto incluiría mejoras en el prototipo y validación clínica en una muestra significativa de pacientes para demostrar la capacidad de la tecnología”, concluyen los expertos.
..Redacción (FUENTE: SINC)

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