Médicos Sin Fronteras (MSF) denuncia que los gobiernos de Estados Unidos y Afganistán conocían las coordenadas geográficas del hospital bombardeado que la organización tenía en la ciudad afgana de Kunduz, tal y como lo ha expresado en un comunicado. Un ataque supuestamente por militares estadounidenses el pasado viernes y que ha costado la vida a 22 personas (12 miembros del personal sanitario y 10 pacientes, de los cuales, 3 eran niños) y unos 37 heridos de gravedad. El bombardeo aéreo contra el centro médico duró más de 30 minutos, según constata esta entidad, y en ese momento, en las instalaciones había más de 100 pacientes internados, de los cuales, muchos de ellos se encuentran en paradero desconocido. MSF asegura que ambos países habían sido informados de su ubicación. El hospital, el único con servicios de Traumatología y Cirugía en toda la región y en el que trabajaban 80 miembros de MSF, atendía a un centenar de pacientes en el momento del bombardeo, según la ONG. (Redacción Médica)