La principal incógnita sobre qué ocurrió con el dinero que prestó la ex junta de gobierno del Colegio de Médicos de Valencia a una empresa para rehabilitar un hotel en Barcelona no sólo se mantiene, sino que las últimas declaraciones realizadas en el Juzgado de Instrucción número 4 enturbian la trama y complican la defensa de la ex presidenta de los galenos Rosa Fuster.El abogado Ignacio Gordillo de Mibal Invest, empresa que debía recibir los casi 500.000 euros de los médicos valencianos, explicó ayer a EL MUNDO que su compañía «nunca recibió la citada cantidad de 500.000 euros» que se dividía en cinco cheques como pago del préstamo. En el turno de declaraciones realizadas ante el juez, el letrado Ignacio Gordillo preguntó al ex gerente de los facultativos Andrés Martínez si tenía conocimiento de «a quién se le había entregado esos cheques, si desconocía que se cobraron los días 4 y 13 de marzo de 2014 y si sabía que el único que había recibido Mibal Invest fue el último en una cuenta del Banco Sabadell». (El Mundo)