Una operación que genera daños inesperados, el diagnóstico tardío de una enfermedad, un tratamiento que fracasa. Situaciones como estas son las principales causantes de que se rompan las relaciones entre médicos y pacientes, dando lugar a reclamaciones y demandas que, en ocasiones, acaban en la vía judicial. De entre todas las especialidades hospitalarias, Neurocirugía, Ginecología y Traumatología, son las más conflictivas a la hora de generar quejas por parte de los usuarios. Así lo explica un estudio de la correduría de seguros médicos Uniteco Profesional, que señala que, en el caso de los neurocirujanos, tienen un 52% de probabilidad de recibir una queja al año, mientras que los ginecólogos tienen un 7,5% y los servicios de Traumatología un 7%. Entre las especialidades menos conflictivas se encuentran las no quirúrgicas como Anatomía Patológica (un 3,23%) o Dermatología (con un 2,86% de probabilidad de queja). Unas reclamaciones que han ido aumentando progresivamente en los últimos años. Y el aumento, según explica a Consalud.es Juan Pablo Núñez, director de Planificación y Desarrollo de Uniteco, se debe “a una mayor conciencia reclamadora en toda la sociedad”. (Con Salud)