Implementar una forma de gestionar los procesos asistenciales para aportar resultados en salud, ser eficiente, fomentar la calidad, profesionalizada y transparente, independientemente del partido político que gobierne, debe ser una prioridad para todas las comunidades autónomas. “La despolitización de la gestión y la transparencia son prioritarias, de forma que el perfil de directivo debe establecerse como el de un profesional de la gestión, un cargo sometido a una evaluación objetiva basada en resultados asistenciales, económicos, de participación profesional y de liderazgo social, dentro de un código de buena gestión directiva”, explica Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA). “Además, es necesaria la regulación objetiva, por objetivos evaluables, de los nombramientos y ceses de cargos directivos, de forma que se eviten los nombramientos de cargos directivos por afinidad política exclusivamente y los ceses de directivos sanitarios sin una evaluación que lo justifique”, añade. (El Médico Interactivo)