En marzo de 2013 la Comisión Europea aprobó la comercialización del primer fármaco destinado a disminuir progresivamente el consumo de alcohol (los que había hasta entonces, iban dirigidos a la abstención total). Si bien, y pese a tener una eficacia “excelente”, de reducción del consumo de hasta un 60% en algunos pacientes, tal y como señala a Consalud.es Juan Gibert, catedrático de Psicofarmacología en la Universidad de Cádiz, de momento la prescripción del medicamento no está autorizada en Atención Primaria. Esto, para Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría y presidente de la Sociedad Científica de Estudios sobre Alcohol, Alcoholismo y otras Toxicomanías (Socidrogalcohol), supone una “amputación” de las competencias de los médicos de familia. “Según un Real Decreto de 2006, los médicos de Atención Primaria tienen capacidad suficiente como para el diagnóstico de la enfermedad y para la prestación de intervenciones, como la administración de fármacos”, señala en declaraciones a este periódico. (Con Salud)