Desde que se describió el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), a mediados de la década de los ochenta, una de las primeras metas de los científicos fue diseñar una vacuna preventiva. Entonces se pensó que sería fácil, pero al ir desentrañando las características del virus esta expectativa se fue desvaneciendo y los esfuerzos de la investigación se centraron en lograr antirretrovirales que ya han conseguido que los pacientes tengan una esperanza de vida similar a la del resto de la población, explica Christian Brander, del Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa)-Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona y director científico del programa para el desarrollo de una vacuna efectiva del VIH (Hivacat), integrado por IrsiCaixa y el Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínico de Barcelona-Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps). Con esos dos equipos catalanes -IrsiCaixa, liderado por Bonaventura Clotet, y Clínico-Idibaps, por Josep Maria Gatell- y los del Instituto de Salud Carlos III, el Hospital Gregorio Marañón y el Centro Nacional de Biotecnología (CNB), todos en Madrid, España se sitúa en la vanguardia de la carrera internacional para conseguir una estrategia inmunitaria eficaz, ya sea para controlar la infección sin necesidad de fármacos o en coadyuvancia, o bien para prevenirla. (Diario Médico)