Publicado en Diario Médico La Sección Décima del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado al Servicio Madrileño de Salud (Sermas) por pérdida de oportunidad, en el caso de una paciente que, tras una operación de extirpación de un tumor, ha quedado “incapacitada para el trabajo, recibiendo alimentación parenteral doce horas al día y a la espera de un trasplante de intestino”. El Sermas deberá indemnizar con 200.000 euros a la paciente, una cantidad que tendrá que actualizar con el IPC desde la fecha de reclamación, que fue en 2009. El tribunal autonómico ha dado la razón a Carmen Fernández-Bravo, abogada colaboradora de la Asociación el Defensor del Paciente, en su argumento en contra de la intervención “radical” a la que se sometió a la paciente en un caso de tumor benigno. Los magistrados consideran que esa opción restó posibilidades a la demandante de quedar con menos secuelas de las que sufre en la actualidad, y por las que tiene reconocida una incapacidad permanente absoluta.