Publicado en Diario Médico La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a una mujer a ocho meses de cárcel por amenazar de muerte a un médico de Familia. La sentencia considera que las expresiones de la condenada como “te tengo que matar” o “cortar el cuello” o “rajar” tienen la suficiente entidad como para “menoscabar la paz del perjudicado”. El tribunal considera que se trata de un delito de amenazas que, además, lleva aparejada la pena accesoria de no aproximarse al centro de salud a una distancia inferior a los 300 metros durante un año y ocho meses. Según los hechos declarados probados, la mujer acudió al centro de salud dependiente del Servicio Andaluz de Salud con ánimo de perturbar la paz y sosiego del médico de Familia que allí trabajaba y que también atendía a la localidad de donde era natural la condenada. En presencia de compañeros de trabajo del facultativo así como de otras personas usuarias del centro comenzó a gritar que “tenía que matar, cortaría el cuello o rajaría” al médico si acudía al centro de salud de su pueblo. Con esa actuación la condenada causó un gran temor al facultativo amenazado por la posibilidad de que las llevara a cabo.