Publicado en Redacción Médica Unas 32 horas de trabajo ininterrumpido. Esa es la jornada laboral a la que se enfrentan los residentes y que, cada vez más, se adopta como una práctica común entre todos los profesionales que están cursando su especialización. Sin embargo, Mónica Terán, vocal de vocal de Médicos en Formación y Residentes de la Organización Médica Colegial (OMC) destaca que se trata de “una violación al Real Decreto 1146/2006, del 6 de octubre, que regula la relación laboral especial de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud, y donde se establecerse que un residente, tras una jornada de 24 horas continuas de trabajo, debe tener un descanso obligatorio. “Aunque la aplicación del Real Decreto ha ayudado a minimizar esta práctica, también es verdad que aún existen centros de salud que mantienen las guardias de 32 horas, con la excusa de que ayudará a la formación de los residentes”, apunta Terán, quien agrega que “muchos jóvenes profesionales acceden a realizar estas guardias por miedo a ser penalizados”. Un residente que ha preferido no revelar su nombre apunta que “es normal que entremos en la mañana a nuestra jornada laboral y, una vez culminada, empezamos con la guardia que debe lugar hasta la mañana siguiente.