Llega a España ‘Sculpsure’ el primer láser que destruye la grasa de forma no invasiva en 25 minutos

‘Sculpsure’, y es que así se llama el primer láser lipolítico que llega a España, no invasivo y no quirúrgico para tratar la grasa localizada en 25 minutos.

Presentado por el director médico de la Clínica Menorca, el doctor Ángel Martín, este láser ya ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

El láser lipolítico ‘Sculpsure’ está específicamente diseñado para pacientes con un buen estado de salud y con un índice de masa corporal (IMC) inferior a 30. “No es destinado para grandes adiposidades ni personas obesas, está indicado para cúmulos grasos localizados, grasa subcutánea en flancos, abdomen, cintura, muslos y caderas básicamente”, informan desde la Clínica Menorca.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso; un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.

La longitud de onda que emplea (1.060nm), según explica desde la Clínica Menorca, “focaliza el tejido adiposo, no la melanina ni la dermis, y penetra alcanzando la grasa subcutánea a nivel profundo, destruyéndola por calentamiento entre 42 y 47ºC, provocando un daño irreversible de las células grasas que el cuerpo se encarga de eliminar de forma natural por rutas metabólicas”.

No obstante el láser lipolítico ‘Sculpsure’ no se recomienda a una serie de personas y tampoco en unas circunstancias, y es que no está recomendado realizarse el tratamiento durante el embarazo o lactancia; si se tienen lesiones abiertas o heridas -es condición indispensable que la piel esté en perfecto estado-; si existe hernia abdominal; si el paciente tiene desórdenes neuropáticos como sensibilidad cutánea reducida o neuropatía diabética; si hay historial de inmunosupresión, desórdenes de deficinecia inmune, incluyendo infección VIH, Sida, o toma de medicación inmunosupresora; si se está llevando a cabo tratamiento de anticoagulantes, antiplaquetarios, trombiolíticos o anti-inflamatorios, ni dos semanas antes del tratamiento de los mismos; si existen desórdenes de coagulación o si el paciente tiene en su historial formación de cicatrices queloides.
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