Publicado en Diario Médico El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Galicia ha imputado al Servicio Gallego de Salud (Sergas) responsabilidad patrimonial por los graves daños y secuelas neurológicas que le han quedado a un bebé, tras el parto. El fallo considera que hubo mala praxis tanto en el seguimiento del embarazo como en el acto del alumbramiento. En el primer caso porque no se detectó que el feto era macrosómico, y en el segundo porque no se realizó una cesárea electiva que hubiera evitado que el bebé padeciera una distocia de hombros, que fue la causante de producir una hipoxia isquémica con daños neurológicos irreversibles. Los reclamantes consideran que las secuelas que padece su hijo tienen su origen en una defectuosa asistencia sanitaria del Sergas tanto en el control del embarazo como en el acto del parto por no haber actuado conforme exigen los protocolos. En noviembre de 2009 nació el bebé con un peso de 5 kilos. Durante el alumbramiento se produjo una distocia de hombros fundamentalmente por la macrosomía que, según los demandantes, pasó desapercibida hasta el momento mismo de su nacimiento. Consideraban que aquélla debió ser detectada en la ecografía del tercer trimestre del embarazo.