Publicado en Redacción Médica En su huída hacia adelante ante preguntas que era incapaz de responder, la directora general de Boiron, Valérie Poinsot, llegó a asegurar que “a la gente no le interesa la evidencia científica de un medicamento, solo que funcione”. No es esa, sin embargo, la lectura que se extrae de los últimos resultados económicos presentados por el laboratorio francés. Más bien parece todo lo contrario, que la sociedad ha comenzado a dar la espalda a estos cuestionados métodos terapéuticos. Según los datos globales presentados por la compañía, al término del 2015 Boiron obtuvo unos ingresos netos de 73,9 millones de euros, cifra inferior en un 17 por ciento a los 89 millones acumulados en este mismo apartado el año anterior. Además de los ingresos, el laboratorio dedicado a la elaboración de productos homeopáticos también ha visto reducida su tasa de ventas, que pierde dos millones de euros para quedarse en un valor total de 607, lo que supone una caída del 0,3 por ciento. De ellos, la mayor parte proviene de Francia (361 millones), mientras que en el resto de Europa cabe destacar una pérdida de fuelle que ha provocado que en solo un año las ventas sean inferiores en 32 millones de euros, más del 15 por ciento del total.