Publicado en El Mundo “Creo que no hay que prestar atención a tantas tonterías”. Así cerraba la semana pasada una rueda de prensa Valérie Poinsont, la directora general del Grupo Boiron -empresa líder de productos homeopáticos- a la que asistió la plana mayor de la compañía para, según explicaron, no dejar que “España siga sumida en el desconocimiento” y denunciar el “ataque a la homeopatía” en este país. Se referían a las últimas informaciones aparecidas en relación con la suspensión del Máster en Homeopatía de la Universidad de Barcelona, lo que ha abierto de nuevo un debate que se resume pronto en términos científicos pero que tiene un largo recorrido bajo el amparo de creencias, técnicas empresariales y aspectos económicos. Su faceta de madre y cómo la homeopatía le ayudó para resolver los problemas de alergia de sus hijos le llevaron a su trabajo actual, según explicaba de forma emotiva Poinsont al inicio de su presentación en Madrid. “Somos un laboratorio sanitario que promueve una salud inteligente, que asume todos los parámetros que la medicina y la ciencia tienen en cuenta”, afirmaba. Sin embargo, asumió -sin apuro- que no se conoce el modo de acción de la homeopatía, pero que no existe ninguna duda de que estos productos son eficaces.