Publicado en El Confidencial Se trata de la lesión más habitual en los accidentes de coche. La secuencia es casi siempre la misma: nos encontramos con una retención inesperada, frenamos de forma brusca y, el coche que tenemos detrás (que probablemente no ha guardado la distancia de seguridad) nos embiste. Nuestra columna se ve sometida entonces a un movimiento muy rápido y brusco, primero de flexión y, luego, de extensión, que, en numerosas ocasiones, causa un esguince. Es lo que se conoce popularmente como “latigazo cervical” y, aunque parezca mentira, se trata de un síndrome –o, más bien, una experiencia traumática– sobre el que existe una enorme discusión médica. Basta hacer una pequeña búsqueda en internet sobre la dolencia para darse cuenta de que se trata de un tema rodeado de polémica. Aunque aparecen algunas páginas de información sobre salud, la mayor parte de los resultados conducen a sitios de aseguradoras y bufetes de abogados.