Publicado en El País Lleva casi seis meses con fuertes dolores abdominales, necesita una silla de ruedas para poder moverse por el campamento y pasa la mayoría del tiempo postrada en el suelo. El personal sanitario que la ha atendido la ha explorado y le ha dado medicación para unos días, pero no disponen de medios para completar el diagnóstico o el tratamiento. Ella y su marido son afganos y viven en un campamento de refugiados en Atenas. La vida para quienes consiguen llegar a Grecia huyendo de la guerra no resulta fácil. En el puerto del Pireo se acumulan unas 5.000 personas, la mayoría en pequeñas tiendas de campaña al aire libre. En los campamentos de Elllinikos otras 5.000 viven repartidas entre el antiguo aeropuerto de Atenas y dos estadios olímpicos abandonados. Son solo algunos de las docenas de miles de refugiados que llegan a Grecia desde Siria, Afganistán o Irak.