Publicado en El Mundo
Noelia lleva 12 años sin comer ni beber nada, ni siquiera agua. Cuando tenía sólo 18 años, los médicos le diagnosticaron una pseudoobstrucción intestinal crónica, un fallo severo de su aparato digestivo que le impide absorber cualquier nutriente que ingiera. En esta década larga, su organismo depende para sobrevivir de una bolsa diaria de dos litros de líquido blanquecino que entra a sus venas a través de un catéter. Ella es una de los 200 adultos españoles (hombres y mujeres) que dependen cada día de la nutrición parenteral para sobrevivir. Existen muchas causas por las que el intestino es incapaz de absorber los nutrientes, como explica el doctor José Manuel Moreno, pediatra especializado en nutrición parental del Hospital 12 de Octubre de Madrid. La mitad de ellos son pacientes afectados por enfermedades malignas, para evitar la desnutrición. En el otro 50% de los casos, existe un amplio abanico de problemas que puede ocasionar el fallo de su intestino: “Puede ser por enfermedades inflamatorias (como el Crohn) que hayan obligado a sucesivas cirugías; o por falta de riego sanguíneo (por un accidente, una isquemia, un trombo…)”, explica el especialista.