Publicado en El País El Departamento de Defensa estadounidense ha sancionado con castigos leves a 16 militares por el bombardeo en octubre de un hospital de Médicos sin Fronteras (MSF) en Afganistán, en que murieron 42 personas. Ninguno de ellos afrontará cargos judiciales. Las penalizaciones son el resultado de una investigación del Pentágono, que concluye que el ataque no fue intencionado. Los castigos, que se anunciarán oficialmente el viernes, fueron avanzados este jueves por medios de comunicación estadounidenses. Los 16 militares incluyen un general, la tripulación del avión de combate que bombardeó el hospital de la organización humanitaria y personal de fuerzas especiales. El castigo más severo es la suspensión de un oficial, previsiblemente el general, de su puesto de comando y su salida de Afganistán, según informa el diario Los Ángeles Times citando funcionarios estadounidenses. De los otros 15 militares, siete recibieron cartas de reprimenda -que pueden suponer el fin de su carrera-, seis fueron enviados a sesiones de terapia y dos a cursos de entrenamiento.