Publicado en Con Salud Una investigación centrada en el estudio de los efectos del zika en los fetos de embarazadas contagiadas por el virus descubre un nuevo método para frenar la agresividad del mismo a través de un inhibidor. Para ello, los pediatras estadounidenses que han participado en este trabajo publicado en la revista Cell Stem Cell lo han probado en organoides cerebrales, es decir, tejidos creados a partir de células madre que imitan un cerebro real. Según los investigadores autores principales de este estudio, el virus zika utiliza “en nuestra contra” el sistema inmune. De hecho, engaña a las moléculas TLR3, encargadas de proteger al organismo de microbios invasores, y las pone a las órdenes del virus, lo que daría lugar a las microcefalias en los bebés de las madres afectadas. El nuevo método inhibiría precisamente ese efecto. Para ello, han analizado los organoides infectados en microcerebros en 3D creados in vitro y los resultados que han obtenido muestran que los elementos contagiados por zika habían disminuido de tamaño hasta un 16% cinco días después de la infección.