Caso Hugh Herr, ¿podrá la biónica superar a la medicina tradicional?

Tal y como avanzan las investigaciones en el amplio campo de las ciencias, no será extraño que en poco tiempo se pueda dar una respuesta afirmativa a esta inquietante cuestión. En el campo de la medicina tradicional las innovaciones que hasta ahora se han alcanzado han llegado bastante lejos: la pérdida de un órgano o una extremidad a causa de un accidente o una enfermedad no tiene que convertirse para el paciente en un trauma o en un padecimiento sin vuelta atrás; la reconstrucción de ciertas partes del cuerpo es ahora una opción cada vez más viable. Los ejemplos son numerosos: la creación de prótesis con tacto de piel artificial que proporcione al enfermo una sensibilidad táctil sumamente agradable, es uno de los numerosos ejemplos que pueden citarse. Cuando se quiera descubrir a humanos con ojos biónicos y manos robóticas, no será necesario recurrir a la imaginación o a visualizar un libro de Isaac Asimov o la Guerra de las Galaxias.

Estas consideraciones y otras similares han saltado al primer plano de la actualidad con motivo de la concesión del premio Princesa de Asturias de Ciencia y Tecnología al ingeniero biofísico estadounidense Hugh Herr, que perdió sus dos piernas en un lamentable accidente de alpinismo y a pesar de ser un mediocre estudiante consiguió alcanzar el grado de ingeniero con la intención de participar en la fabricación de unas piernas que le permitieran continuar con la práctica de sus aficiones favoritas; el alpinismo y el baile. Actualmente es investigador del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MI) y un experto mundial en biónica.

El trabajo de Herr como científico e ingeniero nació en parte como consecuencia de su desgraciada escalada (1982) en el Barranco de Huntington (Nuevo Hampshire) donde, además, murió un voluntario que ayudó en su rescate y decepcionado por la falta de tecnología de las prótesis que le pusieron en el hospital, este biofísico decidió volcarse en el diseño de piezas más avanzadas que le permitieran volver a escalar y ayudar a otras personas que, igual que él, careciesen de piernas.

Herr necesitó poco tiempo para recuperarse. Solo 12 meses después de su accidente, según cuenta en un artículo en la revista Popular Science, lo hacía mejor que cuando tenía las dos piernas naturales. Para lograrlo, abandonó la idea de que las extremidades biónicas tuviesen que parecerse a los miembros humanos. Lo importante era la función, para lo cual creó piernas con alturas ajustables y accesorios para introducir el pie en grietas o poder apoyarse en salientes diminutos. Desde entonces, su cuerpo se ha convertido en su principal banco de pruebas y no se conforma con devolver y mejorar la movilidad a las personas que han sufrido amputaciones, también desea mejorar los cuerpos de las personas sanas, para lo cual ha abierto nuevas líneas de investigación, dando lugar a la creación de una clase de biohíbridos, o prótesis “inteligentes”, que han acelerado la fusión del cuerpo y la máquina, aumentado su fuerza y resistencia. Sus métodos abarcan un conjunto de disciplinas científicas y tecnológicas, que van desde la ciencia biomecánica y el control de los movimientos biológicos hasta el diseño de dispositivos biomédicos.

Sus logros están consiguiendo un impacto significativo en personas con discapacidad física, a través de las prótesis de rodilla adaptables para amputados femorales o las ortoprótesis de tobillo y pie, para pie equino y patologías causadas por parálisis cerebral o esclerosis múltiple.

Herr ha empleado modelos de puente cruzado del músculo esquelético para el diseño y optimización de una nueva clase de mecanismos de propulsión humana que amplían la resistencia para actividades anaeróbicas y ha construido zapatos elásticos que aumentan la resistencia aeróbica al caminar y correr. Es también fundador de la compañía BioNx Medical Technologies (antigua iWalk), encargada de comercializar BiOM® Ankle, una prótesis de miembros inferiores que proporcionan energía emulando la función muscular e imitando el movimiento del tobillo, que aporta una estabilidad que se ajusta a cualquier superficie. Sus innovaciones la han convertido en una de las empresas con mayor proyección internacional en la fabricación de prótesis inteligentes y exoesqueletos –esos ingenios que están cambiando la vida de las personas con alguna discapacidad física de ese tipo.

Lo más importante de esta información es la consideración que, como consecuencia, hoy debe hacerse: las aportaciones de esta nueva ciencia, que tiene unos lejanos orígenes, como derivación natural plantea otras importantes cuestiones éticas y filosóficas, como la de ¿qué significa o representa ser humano y hasta donde llega esta consideración? Si a una persona se le reemplazan las cuatro extremidades por máquinas biónicas que son importantes y casi imprescindibles para el desarrollo normal de su vida física ¿se puede decir que es todavía humana?

Herr da un paso más y piensa; si como es de esperar, la biónica puede penetrar también en áreas tan vitales como la oftalmología, la cardiología, la otorrinolaringología o la neurología y el cerebro para hacer que el cuerpo humano vaya mejorando en el tiempo, mientras que el resto de su parte biológica se va destruyendo con el transcurso de los días ¿se puede pensar que la Medicina, más tarde o más temprano entrará de lleno en un mundo de ciencia ficción?

Otra historia que conviene recordar es la de la bailarina Adrianne Hasle Davis, que perdió completamente su pierna izquierda en el atentado del maratón de Boston. Tras un intenso estudio de los científicos pertenecientes al grupo del nuevo Premio Princesa de Asturias 2016 consiguieron implantarle un mecanismo realizado a base de aluminio, carbono y silicona que ofrece una determinada resistencia y se adapta perfectamente a las órdenes que le manda su cerebro para obedecerlo, con unos espectaculares resultados por su técnica y belleza, nos lleva a la consideración final del sorprendente mundo que en este aspecto nos espera, sobre todo si se tiene en cuenta que ya, muchos de los cirujanos que realizan trasplantes de miembros están reconociendo que los procedentes del campo de la biótica son superiores a los que actualmente se utilizan.
..Dr. José López Ortega

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