Publicado en Acta Sanitaria La decisión del Grupo Parlamentario Socialista (PSM) en la Asamblea de Madrid, de presentar una reprobación contra el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, por no haber respetado el acuerdo parlamentario para los nombramientos de gestores de los centros sanitarios del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), que fue aprobado por unanimidad de los cuatro grupos presentes en la Asamblea, pone de manifiesto el desprecio del gobierno autonómico (del Partido Popular) por el principal órgano de representación ciudadana. Actúa como si, en función del cargo y de acuerdo con los principios que rigen las dictaduras, sólo tuvieran que dar cuenta de sus actos ante dios y ante la historia. Aparte de la consideración de los principios que deben regir la democracia, no faltan quienes, como en el caso que nos ocupa, aprovechan su cargo para, sin someterse a lo acordado, beneficiar a sus amigos y premiar a sus correligionarios. Es lo que, por todos los indicios, ha ocurrido con el nombramiento de seis gerentes para otros tantos hospitales del Sermas. Una decisión que no sólo provocó la recusación anunciada por los socialistas, sino la crítica severa de quienes, como los integrantes del Grupo Parlamentario Ciudadanos, se habían sentido engañados por el consejero de Sanidad.