Publicado en ABC Amelia Ballard estuvo ingresada en el hospital de niños Scottish Rite de Atlanta. Entonces, era una niña y superó el cáncer en dos ocasiones. En aquel hospital le diagnosticaron leucemia linfocítica aguda. Inició un largo y agresivo tratamiento que se prolongó 27 meses y consiguió salir adelante. Ahora, totalmente recuperada, ha vuelto al hospital que la curó para trabajar como enfermera. «Le dijeron a mis padres que mis posibilidades de superviviencia dependían de que pudieran encontrar un donante de médula y que mi cuerpo fuera lo suficientemente fuerte para soportar el tratamiento. Comprobaron que mi hermano era compatible así que prepararon mi cuerpo para recibir sus células madre», explica la joven a ABC News.