Publicado en El Mundo Observar el cerebro en acción. Éste es el desafío científico para el que tímidamente nació hace apenas una década la optogenética, una técnica innovadora que se sirve de la luz para estudiar la actividad neuronal del cerebro. Su objetivo es combatir enfermedades como la ceguera, algunas formas de sordera e incluso la adicción a las drogas. Tales hazañas no pueden lograrse sin comprender mejor el funcionamiento de las neuronas y en este propósito están trabajando científicos de todo el mundo, impulsados por los tres padres intelectuales de la optogenética: Gero Miesenböck, de Oxford, Edward Boyden, del MIT, y Karl Deisseroth, de Stanford. Por sus trabajos pioneros en este campo, los tres investigadores recibirán este martes en Madrid el Premio Fronteras del Conocimiento en Biomedicina, que concede la Fundación BBVA. «Aspiramos, por ejemplo, a descubrir la región del cerebro que regula la agresividad o conocer los mecanismos que regulan el sueño y la vigilia», ha explicado Miesenböck, catedrático de Fisiología en Oxford, al presentar en una rueda de prensa los últimos avances en este campo de investigación.