Cataluña quiere financiar la sanidad pública con la asistencia privada

El consejero de Salut de Cataluña, Toni Comín, ha asegurado en una entrevista a El País que: “no queremos prohibir la actividad privada de los operadores públicos porque es una fuente de financiación a la que no podemos renunciar. En estos momentos hay muchos proveedores públicos que cuadran el presupuesto gracias a esta actividad privada que hacen“, y sobre Barnaclínic ha asegurado que “no es el ejemplo principal por el que mantenemos la actividad privada en los centros públicos porque quién más necesita hoy hacer actividad privada son otros hospitales del territorio“.

Es muy llamativo este cambio de propuesta de Comín que, nada más acceder a su cargo, aseguró que una de sus principales intenciones era “desprivatizar” el SISCAT llegando a afirmar que “Queremos garantizar que no se hace negocio privado con la atención sanitaria pública“, y recordando que una de las propuestas de la CUP es que “no habrá centros que estén gestionados por empresas privadas con afán de lucro“, explicando en aquel momento que la medida, histórica y también promovida por Boi Ruiz, el anterior consejero, era perversa porque permitía que personas con más recursos económicos se saltaran las listas de espera utilizando las instalaciones y los medios públicos que deberían atender a las personas que estaban esperando. Para Comín la situación incrementaba las desigualdades.

En el mes de febrero sí se realizó un importante gesto y el SISCAT echó del sistema a la Clínica del Vallès y el Hospital General de Catalunya. La primera realizó en 2014 2.573 intervenciones públicas, mientras que el segundo 636.
..Alfonso González

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