El síndrome Ramos-Martínez, único en el mundo, descubierto por un médico de Honduras

Héctor Ramos, un médico de Honduras, ha descubierto con un grupo de investigación científica un síndrome único en el mundo a través de un paciente que ha sufrido varios males desde hace 42 años y que durante esas más de cuatro décadas “había querido saber cuál era su identidad biológica”, tal y como cuenta el doctor a Efe.

El Síndrome Ramos-Martínez, y es que así se llama por los apellidos del médico investigador principal, y el del paciente (Daniel Gerardo Martínez).

De este caso, se hizo eco recientemente el Journal of Medical Case Reports, una revista del Reino Unido de la editorial científica BioMed Central (BMC).

La idiosincrasia de este síndrome, según la revista, lo convierte en único en el mundo, y es que se manifiesta con dismorfología craneofacial, prolapso de la válvula mitral, cifoescoliosis, hernias inguinales y trastorno de la personalidad, entre otros problemas. Por si este cuadro clínico fuera poco, Daniel Gerardo Martínez, de 44 años, también presenta malformaciones en su rostro, con mandíbula pequeña tirada hacia atrás, huesos adicionales en el cráneo, un grado de sordera por un conducto auditivo pequeño, espalda encorvada, y problemas cardíacos.

Cuando era estudiante de Medicina, Ramos fundó en 2008 el Grupo de Investigación de la Universidad Católica de Honduras (Gimunicah), en San Pedro Sula -la segunda ciudad más grande del país después de la capital Tegucigalpa- con el que ha hecho la investigación sobre Daniel.

Un síndrome que se manifestó en la infancia
Desde su infancia, Daniel ha venido sufriendo una alteración cardíaca y el prolapso de la válvula mitral, que es leve y no le conlleva ninguna discapacidad, según explica el médico.

De las anomalías que tiene, algunas presentan molestias, como las hernias inguinales bilaterales, que aún están pendientes de encontrar cupo quirúrgico.

Su coeficiente intelectual es normal. Presenta disminución de la capacidad auditiva, en parte por la estrechez del conducto auditivo, así como la tendencia a la acumulación de cerumen. Sin embargo, a pesar de eso, se desenvuelve de gran manera con los instrumentos musicales, y no lo impide en absoluto ejercer recientemente como catedrático de música en el campus de la Universidad Católica.

42 años en busca de su identidad biológica
Ramos afirma que la niñez y adolescencia de Daniel, estuvieron marcadas en ocasiones por dificultades como el bullying, que sufrió en la escuela y el colegio. “A pesar de todo eso, él expresa que el amor que le ofrecieron su familia, sus amigos y sobretodo el creer en Dios, fue lo que le dio la fortaleza para seguir adelante”, añade.

El paciente, ha logrado superar muchos retos y adversidades, y según afirma Ramos, “su perseverancia, su historia de vida, fue siempre inspiración para todo el equipo de investigación, que nunca renunció a la búsqueda de poder darle una respuesta diagnóstica”.

Daniel es soltero, su madre vive, su padre murió hace cinco años, tiene una hermana, no tiene hijos y aún se desconoce la información sobre su capacidad reproductiva.

Me contó que durante 42 años había querido saber cuál era su identidad biológica, saber quién era él en ese sentido. Que había visitado innumerables especialistas a lo largo de toda una vida y nadie conseguía decirle cuál era su diagnóstico”, dijo el médico.

Daniel Gerardo Martínez le expresó a Ramos que estaría dispuesto a que su equipo médico investigara su caso, y preguntó si podrían considerarlo en su proyecto de investigación, con lo que “empezó una increíble aventura y un misterio” que les llevaría dos años resolver, concluye Ramos.
..Redacción

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