Manipulación genética y dignidad humana

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La reciente concesión del Premio Princesa de Asturias de Ciencia y Tecnología al biofísico estadounidense Hugh Herr, que perdió sus dos piernas en un lamentable accidente de alpinismo y su dedicó a trabajar e investigar para conseguir fabricarse unas bióticas extremadamente funcionales que le están permitiendo continuar con menos esfuerzo y mayor facilidad practicar sus actividades favoritas como el baile y el alpinismo.

Como consecuencia de este esfuerzo de Herr, existe la posibilidad de que la ciencia biótica pueda penetrar próximamente con éxito a otras especialidades de la medicina tradicional como la cardiología, oftalmología o la otorrinolaringología. Gracias a estos otros grandes avances la genética está alcanzando en los últimos años un serio dilema como el de determinar si puede la ciencia con sus diferentes variantes irrumpir de esta forma tan invasiva en el campo de la dignidad humana.

La ingeniería genética es esa serie de técnicas que permiten la transferencia programada de genes entre distintos organismos del cuerpo humano, algo así como una reunión artificial de moléculas de ADN con la finalidad de aislar genes o fragmentos del mismo, clonarlos e introducirlos en otro genoma para que estén en condiciones de facilitar otros datos o informaciones útiles para numerosas funciones. Cuando los genes nuevos se introducen en plantas o animales, los organismos resultantes se llaman transgénicos. La ingeniería genética como tal no es una ciencia, sino un compendio de técnicas para aislar y modificar los genes. Los grandes avances que se están dando en el campo de la investigación y las grandes expectativas que con sus resultados se están creando han provocado una fuerte conmoción pública, que se ha visto invadida y en algunos aspectos tergiversada por determinadas corrientes sociales.

A pesar de que la ingeniería genética es considerada como una nueva técnica, los investigadores llevan muchos años analizando y profundizando sus conceptos más esenciales. Históricamente, los impactos más significativos se han producido en agricultura y ganadería, a través de la cría selectiva del ganado.

Dos personalidades diferentes de la ciencia, con formación y criterios distintos, no opuestos, han mostrado su postura ante la genética
Lluc Torcal, Procurador General de la Orden Cisterciense y físico
Experto físico formado en Roma y, actualmente, Prior del Monasterio de Poblet. Hace unas semanas expuso en la Fundación Tatiana Pérez, las conclusiones de su trabajo titulado Integración cognitiva, mejoramiento humano y transhumanismo, indicando que la manipulación genética toca de lleno el núcleo de lo humano y su dignidad e identidad de manera muy reductiva.

Considerando, por supuesto que el desarrollo de los avances de la ciencia se realizan siempre con buenos fines porque actúan con el deseo de mejorar lo bueno de forma integral, manteniendo el carácter humano, que es muy aceptable .Pero si nos quedamos únicamente en la superinteligencia o en el anhelo de vivir más solamente, se reduce entonces el sentido del hombre.

Dr.Amador García Ruiz de Gordejuela, miembro del Hospital Universitario de Belviche
La primera actuación de ingeniería genética que de manera científica puede atribuirse a Mendel, cuando investigando la herencia, mezclaba los guisantes de manera selectiva, operando sobre los núcleos de las semillas que plantaba.

Con el desarrollo de la ciencia han surgido todas las técnicas de ingeniería genética que se conocen, así como las ambiciones para curar las enfermedades. Al empezar a actuar sobre el hombre, sus genes y su descendencia, es cuando empiezan a surgir las dudas éticas sobre las mismas y sobre si se respeta o no la dignidad humana.

Después de la realización de la primera clonación de un mamífero en el Reino Unido, se produjo un gran boom en torno a todas estas técnicas dando lugar a la creación de determinadas expectativas y, a la vez, bastantes temores sobre la clonación humana. Motivando la prohibición de la misma, por la agresión que esto suponía a su dignidad. En la época de Miguel Ángel, un sabio de la época intentó, sin éxito, cruzar a dos familiares cercanos al genial artista, repitiendo todas las condiciones que se dieron en su gestación.

En dicho trabajo se analizó lo que es la ingeniería genética y lo que implica científica y éticamente, abarcando a todos los niveles en los que se está aplicando ya o a los que se podrá aplicar en el futuro.

Con cultivos de células animales y vegetales se han podido fabricar proteínas de interés humano. Con estas células se tienen potenciales fábricas de cualquier producto genético. Siendo posible preparar con ellas virus, que serán utilizados como vectores en terapia génica. Otras aplicaciones son las propiamente empíricas, para estudiar el funcionamiento de la regulación de la expresión génica y su interacción con otros factores,…

Reiser y Weitman, en una reflexión sobre los valores éticos de la ciencia, definen la ética como la “disciplina que establece criterios y métodos para dilucidar si las acciones son correctas o equivocadas“. Para ello, la ética define los valores esenciales que guían las acciones correctas, y establece reglas, pautas, y políticas que conducen y sustentan tales valores. El conocimiento del ámbito y el discurso de la ética es clave para los profesionales de la salud.

El punto de vista de los médicos hipocráticos, como científicos conscientes y autocríticos en el mundo clásico, sigue teniendo validez en la actualidad. Desde Hipócrates, la ética de la práctica médica se basa en seis principios (preservar la vida, aliviar el sufrimiento, no hacer daño, decir la verdad al paciente, respetar su autonomía, y tratarlos con justicia).

La distribución de los recursos y opciones en la asistencia sanitaria es una de las cuestiones más importantes de la bioética. En este apartado se incluyen también todas las actuaciones de la terapia génica. Los fines terapéuticos de estas técnicas son muy positivos, pero el fin nunca justifica los medios. En cuanto al estudio del genoma y la terapia génica sobre células somáticas diferenciadas, la calificación ética es que son lícitas porque sirven para mejorar la situación de la persona sin afectar a su integridad. En cuanto a la actuación sobre embriones y sus células es necesario considerar todas las consecuencias a la hora de emitir un juicio ético, considerándose, además, si se atenta o no contra su dignidad. En cuanto a la clonación, hay que indicar que, bajo todos los puntos de vista es inaceptable por todo lo que implica, al ser un grave atentado contra la dignidad humana.
Dr. José López Ortega

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