Publicado en El Mundo Un juez de Barcelona recurrió el pasado mes de junio a los Mossos d’Esquadra para trasladar al hospital a una mujer embarazada que se negaba a que le fuera inducido el parto. La petición surgió del centro sanitario, el Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Sant Boi, por el riesgo que suponía para la madre y el feto continuar adelante con el embarazo, y ante la negativa de la mujer a provocar el parto. La mujer embarazada, de 40 semanas de gestación (un parto se produce entre la semana 38 y la 42), acudió al hospital el pasado mes de junio para recibir una revisión ordinaria. Fue entonces cuando la ginecóloga le alertó de un posible riesgo en su embarazo, y le advirtió de que debía proceder a un parto inducido, según la Asociación Catalana por un Parto Respetado (Dona Llum). La paciente, que por el momento mantiene su anonimato, le pidió a la médico explicaciones acerca del nivel de peligro. Sin embargo, según Marta Busquets, abogada y tesorera de la asociación, la ginecóloga “no le dio riesgos concretos”. Por esta razón, la mujer se negó al proceso y se marchó a su casa.