Publicado en Con Salud Las células cancerosas que no pueden ser extirpadas por los cirujanos durante las intervenciones quirúrgicas pueden dar lugar a que los tumores reaparezcan o generen metástasis. Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad Rice, en Estados Unidos, han desarrollado unas nanopartículas de oro con anticuerpos capaces de detectar y eliminar estos restos residuales de las células neoplásicas. Estas agrupaciones de oro, que se adhieren a las células cancerígenas gracias a la presencia de los anticuerpos, generan una “nanobubuja plasmónica” al aplicarles calor mediante un láser de pulso corto. De esta forma, la nanoburbuja de vapor se expande y se contrae rápidamente, generando una explosión interna que acaba con el resto de la célula cancerosa, pero no de las células sanas del tejido que la rodean. Como señalan los investigadores, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Nature Nanotechnology las nanopartículas de oro se podrían inyectar antes de una cirugía para que puedan viajar hacia las células cancerosas. Y, después de la intervención, se les podría aplicar el láser de pulso bajo para que destruyeran los elementos cancerígenos residuales.