Publicado en Diario Médico La propuesta lanzada la pasada semana en la región británica de York de retrasar en la lista de espera quirúrgica a los pacientes fumadores y obesos ha despertado, una vez más, el viejo debate sobre hasta qué punto el sistema público sanitario debe hacerse cargo de la atención de personas que parecen no cuidar de su propia salud. ¿Cabe culpabilizar al fumador íntegramente de su adicción? ¿Cabe hacer lo mismo con el obeso? ¿Habría que ampliar las restricciones a otras conductas de riesgo como conductores temerarios, alcohólicos…? ¿Es socialmente aceptable responsabilizar íntegramente al obeso o al fumador de su condición pese a estar claro que hay un fuerte gradiente social en ambas situaciones?. Teniendo en cuenta que el tabaco es adictivo, que apenas el 5 por ciento de los que intentan cada año dejarlo lo consigue, que su consumo se inicia en menores y que hasta los años ochenta apenas había restricción o campaña alguna sobre sus efectos nocivos en España, ¿realmente cabe culpar al fumador que ahora tiene 60 años de ser fumador?