Publicado en La Vanguardia Uno piensa que ya lo ha escuchado todo en esta vida, que hay pocas cosas que le puedan sorprender. Pero el día a día te demuestra que no puedes estar más lejos de la realidad. ¿Un ejemplo?, la noticia que nos ocupa. Donald Cline, un médico de Indianapolis especializado en fertilidad, ha sido liberado de sus cargos después de ir a juicio por usar su propio esperma para dejar embarazadas a sus pacientes. Gracias a una joven de Indianápolis, salieron a la luz todas las malas prácticas de este médico. Este chica se enteró de que sus padres habían visitado una clínica de inseminación para poder tenerla. Al saberlo, se realizó una prueba de ADN en una empresa privada de análisis, donde, para su sorpresa, le comunicaron que ese mismo donante era el padre biológico de otras ocho personas.