Publicado en El Periódico Rebeca tenía 26 años cuando decidió hacerse una reducción de mamas. Pero ni con tres operaciones de cirugía estética quedó bien. Desde entonces sufre las secuelas, tanto a nivel estético (asimetría y exceso de volumen), como psíquicas (trastorno depresivo por la pérdida de autoestima). Un jueza ha sentenciado que el médico que la operó actuó de forma negligente y le condena a él y a la aseguradora a pagar a la joven 48.500 euros, más interreses. La joven fue operada por primera vez en febrero del 2009 por el doctor Enric S. C. en una clínica de Barcelona. Rebeca había decidido someterse a una intervención quirúrgica de reducción de mama dado que sus senos eran de un tamaño desproporcionado a su complexión física, más bien delgada. El médico le realizó un levantamiento de seno y un implante de prótesis mamaria. A pesar de que firmó el consentimiento para la operación, no consta que le informara del riesgo de no poder amamantar en un futuro. El resultado no fue el previsto, pues se le aumentó el volumen de la mamas. El facultativo, al cabo de unos meses, en marzo del 2010, volvió a realizarle otra operación. Pero tampoco se consiguió el objetivo y empeoró la situación..