Los pacientes con gota tienen más riesgo de sufrir un episodio cardiovascular

En la última década se ha confirmado que el riesgo de episodios cardiovasculares en los pacientes con gota no se explica sólo por los factores clásicos, sino que “hay un exceso de riesgo atribuible a la propia enfermedad”, ha asegurado el Dr. Mariano Andrés, reumatólogo del Hospital General Universitario de Alicante en la V edición de Reumatopics, curso impartido este fin de semana por la Sociedad Española de Reumatología en Barcelona, con la colaboración de Menarini. Se desconoce por qué la gota -una enfermedad reumática producida por la acumulación de microcristales de sal de ácido úrico, sobre todo en la articulaciones, riñón y tejidos blandos- aumenta el riesgo cardiovascular. “Los mecanismos parecen varios y complejos, pero probablemente se deba a la interacción entre el estado hiperuricémico -que favorece la hipertensión y la disfunción endotelial- y la inflamación que producen los cristales -tanto la aguda de los ataques como la persistente subclínica. Por analogía a otras enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, quizá la inflamación es el principal contribuyente”, ha explicado el Dr. Andrés durante su ponencia: Riesgo cardiovascular ¿hasta dónde puede llegar el reumatólogo.

Aunque no se disponen de datos sólidos sobre cómo prevenir este aumento del riesgo cardiovascular, todo apunta, según este reumatólogo “a que la prevención de la enfermedad cardiovascular se basa en el adecuado tratamiento de la gota, consiguiendo los niveles de uricemia adecuados y disolviendo los cristales de urato. Esto implica tomar la enfermedad por la importancia que tiene”.

Precisamente, durante los dos días que ha durado el curso se han presentado “una combinación de novedades en manejo y diagnóstico, junto con controversias sobre temas habituales en las consultas de reumatología, como por ejemplo, el nivel al que se debe reducir la uricemia en pacientes con gota”, ha apuntado la Dra. Francisca Sivera, jefe de sección de Reumatología del Hospital General Universitario de Elda y una de las coordinadoras de la V edición del curso Reumatopics, junto a los Dres. Francisco Javier Narváez y Fernando Pérez.

Dificultades y necesidades de mejora en la práctica clínica
Los reumatólogos se enfrentan a retos todos los días. Tal y como ha apuntado la Dra. Sivera: “Todavía tenemos una compresión limitada de algunas de las enfermedades reumáticas y de cuál es la mejor opción de tratamiento. Por ejemplo, la hipertensión pulmonar o la afectación pulmonar intersticial en la esclerosis sistémica supone un reto frecuente. Además, para tomar la mejor decisión terapéutica en cada paciente debemos integrar la evidencia disponible con las características particulares de cada uno de ellos. Este es el caso, por ejemplo, en el tratamiento de la artritis reumatoide”.

El Dr. Andrés ha lamentado que a día de hoy “muchos de los pacientes sean derivados por reumatólogos a Atención Primaria, o que su manejo, tal y como indica el estudio GEMA de la SER (registro de pacientes afectados de gota), diste mucho de ser el óptimo”.
Ante las comorbilidades que pueden presentar los pacientes con enfermedades reumáticas y la existencia de una valoración multidisciplinar, el Dr. Andrés sentencia que quizás algunos pacientes se puedan beneficiar de dicha valoración, pero “aún parece una utopía”, y hace hincapié en que “puede ser muy ventajoso la implicación de la enfermería especialista en el manejo de pacientes”.

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en