Publicado en Gaceta Médica Garantizar los derechos y seguridad de los pacientes es uno de los cometidos fundamentales y la razón de ser de la inspección de servicios sanitarios. De este modo, cuando las evaluaciones, apoyadas en criterios de buenas prácticas detectan, posibles deficiencias e identifican áreas de mejora en el sistema, contribuyen a que los gestores tomen decisiones acertadas. Esta es la labor de los inspectores sanitarios y así lo explica Luis Garrido, presidente de la Federación de Asociaciones de Inspección de Servicios Sanitarios (Faiss). La evaluación sanitaria es pionera y se enmarca cada vez más en la revisión de políticas públicas. Además de ser una necesidad para garantizar servicios eficientes y equitativos, “es un instrumento que colabora a la necesaria transparencia en la gestión de los recursos en unos momentos en los que la ciudadanía la demanda cada vez más”, explica Garrido, al tiempo que matiza que el carácter privado o público de la prestación de servicios no debe comprometer la calidad de los mismos. “Si nos referimos a la asistencia sanitaria a la que todos tenemos derecho, es precisamente la inspección de servicios sanitarios la que garantiza que se preste en igualdad de condiciones sea cual sea el carácter de la provisión de recursos”, indica Garrido.