Publicado en Diario Médico El trasplante cardíaco con corazones procedentes de donantes que fallecen de muerte circulatoria, en asistolia o DCD, en sus siglas inglesas, es una técnica que está comenzando a utilizarse de manera experimental. Surge porque es una manera de disponer de corazones de donantes jóvenes que, de otro modo, no serían donantes cardíacos y en la actualidad está siendo argumento principal de discusión en los foros médicos. La experiencia es todavía escasa (doce casos realizados en Australia y algunos más en Reino Unido), pero los buenos resultados indican que es una alternativa que merece ser explorada. Es el mensaje que ha transmitido la cardióloga Marisa Crespo, responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca Avanzada y Trasplante Cardiaco del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac), durante el curso de formación continuada en cardiología celebrado en este centro. Uno de los invitados ha sido precisamente el profesor Peter Macdonald, del Departamento de Cardiología del Hospital St Vicent de Sidney (Australia), que dirige el equipo que reportó en Lancet los tres primeros casos de trasplante de corazón de donantes fallecidos de muerte circulatoria. La respuesta de sus doce pacientes trasplantados es excelente, con un cien por cien de supervivencia al año.