Publicado en Te Interesa Tamara se notó un bulto en el pecho un día antes de cumplir los 30. Gracias a su hermana, que es médico, al día siguiente ya sabía que la lucha no hacía más que empezar. “Nunca me había explorado el pecho. El día antes de mi cumple noté que tenía un bulto en la mama derecha y que me dolía un poco. Realmente, pensé que era algo normal. Se lo consulté a mi hermana Lorena, notó también el bulto y apretándome un poco salió sangre por el pezón. Acudí al Hospital La paz, me hicieron una mamografía y así descubrí que tenía cáncer de mama”. Esta joven de grandes ojos verdes ha hecho algo más que ganarle la batalla al cáncer. Tamara se ha dado cuenta de que es una mujer fuerte, que la vida está para exprimirla como un limón a un margarita. Sus pestañas han vuelto para presumir de dueña; su pecho para recordar lo que ha pasado. Después de año y medio, está sana y ha montado su propia empresa de joyas, ssucre, un guiño a las mujeres luchadoras como ella, de la que se siente muy orgullosa. Su hermana la tranquilizó. Su familia, pareja y amigos estaban con ella.