Publicado en El Confidencial En 2008, un grupo de doctores de Suecia se encontraron con un caso inusual: un paciente de 59 años ingresado en un hospital debido a una infección urinaria que, a pesar de carecer de complicaciones iniciales, no acababa de curarse. Ningún medicamento funcionaba, ni siquiera carbapenemas, el antibiótico más fuerte usado en humanos. De origen indio, acababa de regresar de su país, donde había pasado un tiempo hospitalizado tras una operación en Nueva Delhi. Los análisis mostraban que el paciente estaba infectado por la bacteria Klebsiella pneumonia, un patógeno común que causa neumonía o infecciones en el tracto urinario. Lo que no era tan común era una enzima que se encontró en esta bacteria y que lo hace resistente a casi todos los antibióticos conocidos. Según explican en Journal of Antimicrobial Chemotherapy un grupo de médicos que estudió el caso, el paciente finalmente se curó, debido al uso combinado de colestina y tigeciclina.