Publicado en Redacción Médica La llegada de validación periódica de la colegiación (VPC) en 2017, cuya puesta en marcha han venido adelantando algunos colegios a lo largo de los últimos meses, está generando inquietud entre los profesionales. La razón es que no queda clara la obligatoriedad o no de esta validación. La Organización Médica Colegial, impulsora de la medida, y los colegios de médicos dan a entender que sí, algo que el sindicato médico CESM –pese a reconocer que puede ser útil– niega. Francisco Miralles, secretario general del sindicato CESM, explica a éste diario que, pese a que no ha existido aún un pronunciamiento oficial por parte del Foro de la Profesión Médica, desde su punto de vista, en principio, la validación colegial no es obligatoria, aunque sí es un trámite recomendable. “Existe cierta confusión por la directiva europea de desarrollo profesional, y para evitarlo, tanto la OMC como los Colegios deben informar bien de qué es la validación y así quitar el miedo a ella”, explica a este diario. El secretario general de CESM ha querido distinguir la validación periódica colegial de la llamada evaluación continuada que hace unos días también defendía el propio secretario general de Sanidad y Consumo, Javier Castrodeza. “No son exactamente lo mismo. La validación no es más que un reconocimiento de que estamos preparados física y psíquicamente y en buenas condiciones para ejercer”, declara.