A pesar de las dudas presentadas por varios compromisarios sobre la legalidad de la renovación de la asamblea de compromisarios, la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid ha logrado los votos necesarios para disolverla, apoyados por un Juan Abarca que ha asegurado que también quiere tener su representación. Sin embargo, los datos presentados por Sánchez Chillón han sido criticados “entre bambalinas” por sus inexactitudes y una aparente tendenciosidad.
El principal punto del orden del día era la aprobación de los presupuestos de 2017. Estos presupuestos han sido aprobados a pesar de que algunos compromisarios han asegurado que les ha llegado solo 1 día antes de la asamblea, sin tiempo para poder estudiarlos en profundidad y sin una memoria, a la que se comprometieron, que explique la contratación y condiciones laborales del nuevo “gestor de riesgos”, los 200.000 euros destinados a indemnizaciones, la subida de las partidas presupuestarias de las vocalías, el aumento hasta un 300% del presupuesto de las obras o el resto de dudas que han ido planteando los compromisarios. A la asamblea, muy poco crítica con la Junta Directiva, han acudido poco más de 100 personas de los 650 que la componen.
El propio Sánchez Chillón también ha asegurado que quiere tener una mayor representación en la OMC, y ha comentado que ha presentado “casi” una enmienda a la totalidad de sus estatutos de la propia OMC que van a ser renovados en breve.
Antonio Mora: 90.000 euros anuales y sin trabajar
Tanto el tesorero, Angel Sanz-Vírseda, como el presidente han asegurado que se mantiene en nómina al asesor de López Arribas, Antonio Mora -90.000 euros anuales-, pero que no le tienen horario ni funciones asignadas, de hecho, no acude a trabajar al Colegio a pesar de los emolumentos que percibe. Se ha confirmado que la sentencia está recurrida, pero con pocas opciones de que su despido sea efectivo por la negligencia con la que han llevado el proceso.
El Colegio como holding empresarial
La Junta Directiva presentó unos datos inexactos sobre la cuentas de los seguros, mostrando una comparativa de primas de seguros sin contar los beneficios diferentes de una y otra. Incluso ha sido inexacto al explicar las renovaciones y denuncias del contrato actual.
Sin embargo, esto datos, aparentemente inexactos sirvieron para justificar que el Colegio haya contratado a un “gestor de riesgos” experto en seguros agrarios y porcinos. El objetivo, ha dicho Sánchez Chillón, es crear una correduría propia que genere beneficios al Colegio, tal como ya tiene el Colegio de Médicos de Barcelona, que cuenta con varias empresas. Además de esta correduría, que gestiona hasta los seguros del Servicio Catalán de Salud, el Colegio de Barcelona tiene todo un entramado empresarial sostenido por más de 200 empleados.
Sánchez Chillón defendió la postura de crear una empresa a nombre del Colegio para generar beneficios a pesar de que el Colegio es una entidad sin ánimo de lucro. No dijo que en caso de pérdidas son los colegiados los que tendrían que asumir una derrama para reponer esas pérdidas.
Nuevos estatutos en 2017 y compra del Colegio
Otro de los puntos esenciales que ha presentado la Junta Directiva ha sido el anuncio de unos nuevos estatutos en el segundo trimestre de 2017 para que sean aprobados por la nueva asamblea de compromisarios, en la que su representación seguramente será mayor.
De pasada, el presidente ha comentado que le gustaría estudiar la posibilidad de que el Colegio se quedara con el edificio actual en propiedad porque ya se le han pagado 36 millones de euros al Ministerio.
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