Investigación despeja el camino para una mejor detección y tratamiento de infecciones vasculares de injertos

Un nuevo informe en el American Journal of Pathology devela los efectos secundarios perjudiciales de los injertos infectados, incluida la formación de biofilms que pueden albergar bacterias y funcionar como una fuente de infección recurrente. Esta nueva investigación debería permitir a los investigadores desarrollar mejores estrategias para diagnosticar y manejar las infecciones vasculares del injerto.

Una creciente prevalencia de enfermedades cardiovasculares ha generado un crecimiento sustancial en el uso de implantes médicos, tales como injertos vasculares. Desafortunadamente, el uso creciente de dispositivos implantados ha sido acompañado por más infecciones asociadas con el dispositivo, complicaciones serias y muerte.

Staphylococcus aureus, es una de las principales causas de los injertos infectados, es una bacteria anaerobia facultativa, grampositiva, productora de coagulasa, catalasa, inmóvil y no esporulada que se encuentra ampliamente distribuida por todo el mundo, estimándose que una de cada tres personas se hallan colonizadas, aunque no infectadas, por ella.

Esta bacteria puede producir una amplia gama de enfermedades, que van desde infecciones cutáneas y de las mucosas relativamente benignas, tales como foliculitis, forunculosis o conjuntivitis, hasta enfermedades de riesgo vital, como celulitis, abscesos profundos, osteomielitis, meningitis, sepsis, endocarditis o neumonía.

La investigadora principal Bettina Löffler, Directora del Instituto de Microbiología Médica del Hospital Universitario de Jena (Alemania), explicó que “en la actualidad, no hay estrategias de tratamiento eficaces contra estas infecciones. Los biofilms requieren concentraciones de antibióticos hasta 1.000 veces superior a la normal y estas concentraciones no son clínicamente viables. Es de gran importancia para comprender la patogénesis subyacente de la formación de biofilm en los injertos vasculares con el fin de encontrar posibilidades de tratamientos rápidos y efectivos sin tener que recurrir a procedimientos invasivos como la extirpación quirúrgica”.

Los investigadores desarrollaron un nuevo modelo de ratón que imita más de cerca la condición humana. El catéter se coloca dentro de un vaso sanguíneo (la arteria carótida derecha) y las bacterias llegan al catéter a través del torrente sanguíneo (las bacterias se introducen en las venas de la cola siete días después de insertar el catéter).

Asimismo, la Dra. Löffler indicó que “al igual que en los seres humanos, con este modelo las bacterias necesitan superar el estrés del flujo sanguíneo, el esfuerzo cortante inducido por el flujo sanguíneo y el sistema inmune del huésped para formar una infección de biofilm en el catéter”. Este nuevo modelo en ratones, los investigadores abrieron la posibilidad de utilizar la amplia gama de ratones manipulados genéticamente disponibles, lo que permitirá el estudio de muchos aspectos diferentes de la enfermedad y la identificación de mejores y más fiables estrategias de tratamiento y detección de infecciones vasculares del injerto.

Un hallazgo interesante del estudio fue que todas las cepas de Staphylococcus aureus probadas formaron biofilms in vivo, independientemente de si se formaron altos niveles de biofilm en cultivo celular. Este hallazgo demuestra que la colonización de injertos vasculares in vivo es una característica general de todas las infecciones por S. aureus y que estas bacterias son altamente adaptables a su medio ambiente.
..Diego Armando M

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