Publicado en Con Salud En plena ola de frío, la escalada en los precios de la luz puede acarrear para los hospitales españoles un incremento en su factura del gasto energético que alcance el 20% o el 30%. Es lo que estiman expertos consultados por este periódico. Y es que la situación, que califican como “anómala”, resulta preocupante: el pico máximo en el coste por hora de la luz ha alcanzado valores que obligan a remontarse al lejano año 2010. Sucede, además, que la mayor parte de los hospitales españoles no tiene cerrado el precio de la electricidad que consumen. Sus tarifas, al contrario, se encuentran “indexadas”; por tanto, el aumento del coste se traduce siempre en un incremento real sobre lo que pagan. De modo que este ascenso tarifario que viene produciéndose durante los últimos meses, al que ha añadido un nuevo capítulo ahora en enero, coloca a los centros médicos en una situación difícil e incómoda. Porque, en el caso de los hospitales, este gasto mayor se vuelve doble o se duplica; es decir, un precio superior obviamente conlleva una factura más larga; pero es que la época del año en la que nos encontramos, a mitad de invierno, también obliga siempre a estos centros sanitarios consumir un extra en su volumen de necesidades energéticas con el que hacer el frente al frío y resto de inclemencias meteorológicas.