Publicado en Hipertextual Los cardiólogos Meyer Friedman y Ray Rosenman acuñaron el término “Hurry Sickness”, o “enfermedad de la prisa” en español, después de notar que muchos de sus pacientes sufrían de un sentimiento de urgencia todo el tiempo. Si bien no está catalogado como una enfermedad independiente todavía, la definieron como “un patrón de comportamiento caracterizado por una lucha continua y un intento incesante de lograr hacer más y más cosas en cada vez menos tiempo”. En resumen, es la mezcla de ansiedad, estrés y sentimientos continuos de urgencia que forman un ciclo vicioso adictivo. Si te digo que comer el almuerzo en el escritorio y al mismo tiempo revisar el correo electrónico o hablar por teléfono es uno de los síntomas, lo normal es suponer que hablo de una enfermedad propia de altos ejecutivos o algo por el estilo, pero realmente no se requiere ser una persona ocupada. Cuando desarrollas la enfermedad de la prisa, te vuelves una persona ocupada precisamente porque actúas así, como si lo fueras.