El móvil y el paciente digital

Nadie pone en duda que el smartphone ha transformado nuestra vida diaria. Ese pequeño ordenador de bolsillo no habría alcanzado tal grado de difusión si no descendiera de la estirpe de los teléfonos. La comunicación es el área tecnológica más humana, si cabe humanizar la tecnología. Y el éxito de los teléfonos inteligentes ha convertido en digital incluso al más reacio al cambio. Sin embargo, y a pesar de la dedicación y el esmero de incontables devotos de la tecnología, la salud no termina de hacerse digital. Bueno, hasta cierto punto.

Y digo hasta cierto punto porque en realidad, la persona que usa el móvil para mejorar su salud es un paciente digital. El paciente digital busca información en internet sobre su salud y la de sus allegados, instala apps de salud y bienestar, saca fotos de los envases de medicamentos para mostrarlos al farmacéutico o enviarlos por algún sistema de mensajería a un contacto, consulta sus dudas acerca de su enfermedad en foros y redes sociales, … Las posibilidades se multiplican con el hábito y la experiencia con el dispositivo: todos los usuarios del teléfono móvil nos transformamos en algún momento en pacientes digitales.

Paradójicamente, son los propios profesionales de la salud los que parecen estar sumándose con más retraso a la medicina digital. Y no hablo de la tecnocratización de los procedimientos sanitarios que ha sido practicada con cierto exceso sin un claro beneficio al paciente. Estoy refiriéndome a una medicina integral, personalizada, centrada en el paciente y potenciada por la tecnología digital móvil.

La tecnología actual permite poner en práctica una medicina individualizada y multidisciplinaria como nunca antes fue posible. Estamos a las puertas de una auténtica revolución en la ciencias de la salud, una revolución en la que el centro de gravedad se traslada de la enfermedad al paciente, un paciente que gracias a la tecnología adquiere el poder para conocer y cuidar su salud, el paciente digital.
..Alvaro Dalloz. El Paciente Digital

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