Publicado en Omicrono En este mundo hay dos tipos de personas: las que pueden ver cómo le inyectan una jeringa y las que no. Hay quien ni siquiera puede entrar en la consulta del médico sin sentir mareos. Cuando te inyecten algo, no apartes la miradaEn esos casos, los consejos que se suelen dar son siempre los mismos; que miremos a otro lado, que pensemos en otras cosas, o que nos distraigan de alguna manera. El tópico es que nos pueden inyectar o sacar sangre sin que nos demos cuenta si estamos lo suficientemente distraídos. Sin embargo, los últimos estudios demuestran que es solo eso, un tópico; y que si realmente quieres sufrir lo menos posible, deberías ver cómo te pinchan. Sí, incluso aunque parezca lo más desagradable. El sorprendente resultado fue que aquellos que miraban mientras eran quemados sentían menos dolor. Una información subjetiva, pero que fue confirmada por electrodos, que detectaron un efecto analgésico; gracias a esto se descubrió una relación con una actividad más débil en la parte del córtex cerebral dedicada a procesar el dolor.