Publicado en ABC «Si me decido a ponerme pelo, me iría a Turquía, que sale más barato. Lo tengo en mente». Daniel, un joven de 29 años que trabaja en el sector de la industria cárnica, no es una excepción. Cada vez más españoles consideran el país eurasiático como lugar idóneo para realizarse un trasplante de pelo. Ha hecho sus cálculos. En España le saldría por «cerca de 7.000 euros»; en Turquía, por «unos 3.000 con vuelo y alojamiento 5 días, todo incluido». «Ahora hay oferta —añade Daniel al volver a consultar la web donde se informa—. ¡Por 2.300!». En Turquía, la nueva meca del trasplante capilar, se realizan, cada día, cerca de 200 intervenciones. La presencia de cabezas rapadas y parcialmente vendadas, tan características de las personas que han pasado por esta operación, se ha vuelto más que habitual en las calles del centro de Estambul, la capital de este «Imperio» capilar. Los atractivos precios y la belleza de la ciudad del Bósforo son sus principales alicientes, pero no los únicos.