Atascados en la violencia de género, que es un problema de salud pública

La violencia contra las mujeres, es la forma más extrema de violencia- no es una cuestión de países ricos o pobres, ni de países con una cultura musulmana o católica, ni siquiera de países de izquierdas o de derechas. La violencia contra las mujeres es un problema global, de sociedades más o menos igualitarias, donde la defensa de los derechos humanos estaría por encima de diferencias de género, étnicas, culturales, políticas, de religión o ideología. Es un “problema de salud pública”, ya lo clasifico así la OMS hace muchas décadas.

Pero nunca lo hemos tratado como tal, es un problema de multicausalidad porque, ante todo, las violencias que se ejercen contra las mujeres están íntimamente relacionadas con la sociedad en la que vivimos. No es posible ignorar que las raíces de este problema se hunden en la discriminación, en unas relaciones de poder asimétricas, en una cultura tradicionalmente patriarcal donde el papel de las mujeres siempre ha sido secundario, en la creciente violencia juvenil no detectada y permitida, en las conductas violentas aprendidas por imitación o ensayo , en tratamiento del problema por los medios de comunicación, en la tiranía a la someten los vástagos a su progenitores, en la hegemonía de fundamentalismos que se oponen ferozmente a dejarnos disfrutar libremente de nuestros derechos, etc. Sin embargo los identificamos, pero no actuamos.

Nuestras sociedades son cada vez menos tolerantes hacia la violencia contra las mujeres, nos escandalizamos cada vez más con las cifras de mujeres asesinadas; sin embargo la sociedad no exige de manera unánime y contundente a los gobiernos que se apliquen políticas públicas y educacionales que afronten de manera eficaz esta problemática. No se realiza una verdadera prevención y abordaje de manera continua e integral como correspondería a la actuación de los salubristas frente a un problema sanitario de primer orden.

Las consecuencias de la violencia contra las mujeres las sufrimos todas las personas, toda la sociedad en su conjunto. Seguro que deberíamos estudiar el impacto económico que tiene en la actualidad, eso generaría con toda seguridad el abordaje del problema de otra manera

En Europa la situación no es mucho mejor; en nuestro país, se siguen produciendo homicidios contra mujeres cada vez con más frecuencia, sin que más allá de la condena inicial por parte todos , se generen cambios de importancia , tenemos , observatorios , protocolos , medidas de reinserción… pero no hacemos una política preventiva y duradera, seguimos en silenciosa respuesta, hasta el próximo 25 de Noviembre, día internacional contra la violencia contra las mujeres, en que volveremos a tragarnos la campaña de publicidad institucional porque toca.
..Dr. Francisco Toquero de la Torre

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