Publicado en El Mundo La consellera de Sanidad, Carmen Montón, no tiene previsto detener su propósito de poner fin a las concesiones hospitalarias y para lograr su meta desatiende cualquier tipo de argumentos que puedan llegar desde la empresa concesionaria del Hospital de la Ribera ni tampoco ha tenido a bien esperar a que se haga público el borrador del Sindicatura de Cuentas. A pesar de que la primera semana de enero de 2017, Montón abrió un expediente para analizar el proceso de reversión de los hospitales ‘público-privados’ y permitió que las empresas presentaran alegaciones, todo ha resultado ser un paripé de cara a la galería porque la decisión ya había sido tomada de antemano. La consellera demuestra además una voluntad expresa de acabar lo antes posible con su objetivo de devolver el sistema mixto de hospitales a la red pública. De hecho, no ha esperado a que Sindicatura de Cuentas emita su dictamen sobre las concesiones. Probablemente porque el informe provisional es demoledor para la Generalitat Valenciana, ya que el organismo que preside Vicent Cucarella concluye que durante el período 2009-2015 el modelo no solo fue más barato, sino también más eficiente.